lunes, 22 de noviembre de 2010

Capital propio Vs Financiación ajena ¿qué proporción es la correcta?


Una de las primeras (aunque también posteriores) decisiones que ha de tomar un emprendedor o un empresario, es el tipo de financiación que va a emplear, bien para iniciar su empresa con garantías de éxito, bien para invertir en nuevos proyectos y ampliarla, o bien para mantenerla en el tiempo con una rentabilidad adecuada.



Las posibilidades que tiene un emprendedor o empresario para elegir el tipo de financiación son sólo dos:
  • Fondos propios
    • En el caso de un empresario individual (autónomos, comunidad de bienes, etc.), se considerarán "fondos propios" al dinero que está en disposición de ser aportarlo a la actividad económica" sin que después suponga para dicho empresario un coste explicito de intereses (por ejemplo, ahorros, subvenciones, etc.).
    • En el caso de una sociedad (limitada, anónima, etc.), se considerarán fondos propios a aquellos capitales que puedan ser puestos a disposición de la empresa, sin que después (en condiciones normales) se le vaya a exigir a esta su devolución ni el pago de unos intereses, aunque si que se le pueda exigir una rentabilidad en función de los beneficios que genere.
  • Financiación ajena: son aquellos capitales que conseguimos de otras personas o entidades que después nos van a exigir su devolución (con mayor o menor plazo). Este tipo de financiación, cuando proviene de entidades financieras lleva un coste de intereses asociado. Sin embargo, si el crédito proviene de proveedores, suele ser ser sin cargo de intereses, al menos de forma explícita. La forma de financiación ajena más conocida y habitual son los préstamos bancarios y el crédito que nos dan los proveedores y acreedores.
Así pues, si nuestra empresa (para el funcionamiento que proyectamos que tenga) necesita unas inversiones totales o estructura económica (naves, maquinaria, mobiliario, instalaciones, existencias en almacén, facturas y pagarés en circulación pendientes de cobrar, dinero en cuentas, etc.) de, por ejemplo, unos 100.000 €, deberemos decidir qué parte de esos 100.000 € los financiamos con fondos propios y qué parte con financiación ajena.

En principio, la tentación es pensar: "lo mejor es financiar todo o casi todo con fondos propios, puesto que la empresa no va a tener un coste financiero y no va a tener que devolver el capital en condiciones normales. Sin embargo, esto no es exactamente así siempre y en cualquier caso. Lo explicamos a continuación, aunque para empezar, debemos saber algunos datos sobre nuestro proyecto de empresa o sobre la situación en la que queremos que se mantenga nuestra empresa. Es cierto que es difícil saber con exactitud algunos datos, pero incluso en caso de no disponer de ellos, es mejor estimarlos:

  • Debemos saber los Activos totales de nuestra empresa o proyecto de empresa:
    • Activos no corrientes: naves, maquinaria, mobiliario, instalaciones, etc.
    • Activo corrientes: existencias en almacén, facturas y pagarés en circulación pendientes de cobrar, dinero en cuentas, etc.
            Es decir, toda la inversión que hace falta para iniciar o sostener la empresa.
    • Por otro lado, debemos saber el beneficio operativo que esperamos obtener, también llamado beneficio de explotación o Beneficio Antes de Intereses e Impuestos (BAII). Simplemente se trata de calcular (o estimar) la diferencia entre todos las ventas y otros ingresos, menos todos los gastos de la actividad, sin contar los intereses ni el impuesto sobre beneficios o sobre la renta.
    • Con los dos anteriores datos, calculamos la rentabilidad económica (RE):                          
                                     

    Una vez llegados aquí, hay dos posibilidades:

    1. Si la empresa tiene un % de RE  menor que el % del precio del dinero en el mercado bancario (lo que nos daría un banco por tenerlo sin riesgo en un plazo fijo a largo plazo), entonces, nos conviene aportar una cantidad de fondos propios aproximadamente igual a toda la inversión, menos la mitad del valor de los activos corrientes. Es decir:
                                  
    El resto de inversión que no aportamos con fondos propios, la debemos conseguir con el crédito que nuestros acreedores y proveedores no deben dar para las compras y gastos cotidianas de nuestra actividad económica. NO DEBEMOS RECURRIR EN ESTE CASO A FINANCIACIÓN AJENA CON COSTE FINANCIERO (PRÉSTAMOS).

    Esta es una situación extrema (con una RE < precio del dinero), pues implica proyectar una empresa sabiendo que nos va a aportar menos rentabilidad que cualquier banco. Tan sólo es entendible esto en el caso del  autoempleo, es decir, un autónomo que considera suficiente tener un empleo y un sueldo, a pesar de tener una rentabilidad mínima o ninguna rentabilidad.

    2. Si la empresa tiene un % de RE  mayor que el % del precio del dinero en el mercado bancario, lo conveniente es que la empresa financie parte de sus inversiones con fondos propios y parte con préstamos de entidades bancarias y crédito de acreedores y proveedores. La pregunta inmediata es: ¿Qué proporción es la conveniente?. La respuesta no puede ser exacta, puesto que:
    • Depende de varios factores
    • Alguno de esos factures son subjetivos y son una decisión empresarial que puede variar dependiendo de la aversión al riesgo de los socios del negocio.
    En cualquier caso, podemos decir que:

    OPCIÓN MODERADA
    La proporción Fondos propios / Financiación ajena, debe estar entre el 40% y el 60% como opción moderada y ortodoxa.

    OPCIÓN ARRIESGADA
    Si la empresa no dispone de muchos fondos propios y opta o decide financiarse en mayor proporción con financiación ajena (por ejemplo una relación de 30% / 70%), estará incurriendo en un mayor riesgo (llamado en este caso "apalancamiento financiero"), pero obtendrá una rentabilidad financiera mucho mayor mientras todo vaya bien y mantenga su RE > precio del dinero. Recordamos que la rentabilidad financiera es la relación entre el beneficio neto (después de intereses e impuestos (BDII)) los fondos propios aportados.

    No es conveniente abusar de esta opción de forma ilimitada, puesto que para proporciones de financiación ajena muy elevada, el BDII se reduce por culpa de los mayores intereses bancarios, a la vez que el apalancamiento financiero (o riesgo) aumenta mucho y en caso de algun contratiempo con la RE, la empresa podría tener grandes pérdidas.

    OPCIÓN CONSERVADORA
    Por ultimo, si la empresa tiene la posibilidad, pero decide prescindir de más financiación ajena situándola, por ejemplo, en tan sólo un 30% y unos fondos propios del 70%, obtendrá una rentabilidad financiera menor, pero la empresa estará bajo un menor riesgo.

    De forma análoga a la opción arriesgada, no es conveniente abusar de una proporción excesiva de fondos propios. El motivo es que dejaríamos de aprovechar el potencial de la empresa  (recordamos que estamos bajo el supuesto nº 2: el BAII es mayor que el coste del dinero).

    Proponemos un ejemplo "ideal" de estructura de empresa, donde vemos a la izquierda en qué invertimos la financiación que vemos a la derecha con su estructura idónea. El ejemplo es un supuesto de una empresa que necesita una inversión total de 100.000 €, de los cuales 70.000 € eran necesarios para inmovilizado y 30.000 euros para existencias, financiación a clientes y dinero en cuentas (activos corrientes). Por otro lado, el empresario dispone de 40.000 € para fondos propios y se financia en 40.000 € con un préstamo. Por último, está previsto que los proveedores y acreedores den crédito por unos 20.000 €.


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    Hemos intentado utilizar especialmente para este post una metodología y un lenguaje que puedan ser comprensible por emprendedores y cualquier profesional o empresario que no tenga grandes conocimientos en Ciencias Empresariales.



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    4 comentarios:

    1. Gracias por el interés Gloria. Espero que nos sigas leyendo.

      Un saludo.

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    2. Muy bueno! me sirvio para captar mejor cuestiones teoricas de caracter contable. Sds!

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    3. El % del precio del dinero en el mercado bancario te refieres si yo lo depositaria en una cuenta de ahorro a plazo fijo la inverisono fondos propios, pero como determino el el monto que como empresa necesito para que un banco o instituciones internacional(FMI, Banco mundialo Ongs. CTGZ) me otorguen un credito que necesito gracias.

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