domingo, 7 de abril de 2013

Calidad de la deuda, las apariencias engañan



Para el análisis financiero se utilizan diferentes ratios. Nos gusta repetir que los ratios solo sirven si la interpretación es la adecuada.

Uno de los mas utilizados es la calidad de la deuda. Indica la estabilidad de la empresa en cuanto a las obligaciones de pago en el corto plazo, es decir nos señala la deuda a corto plazo respecto de la deuda total. 
 
 
 
 
 
Valores pequeños: Es fácil adivinar que cuanto mas alejado esté de la unidad (valores pequeños cercanos a cero) indicará que la mayor parte de la deuda estará a largo plazo y por tanto mas cómoda será la gestión de la empresa al tener un plazo mayor para devolver la cantidad adeudada, evitando así tensiones de tesorería.





Valores altos, cuando los valores son cercanos a la unidad, a priori entenderíamos lo contrario. Debe suponer un problema que la mayor parte de la deuda esté a corto plazo. Sin embargo aquí debemos tener en cuenta la interpretación correcta. ¿A que nos referimos?
 
En este caso, valores muy altos, podría indicar que la empresa tiene serios problemas de tesorería, pero también que la empresa es muy solvente,  por ejemplo si se trata de una empresa con escaso o nulo endeudamiento a largo plazo, en la que sólo tiene deuda con proveedores, y gozando de excelente autosuficiencia y autonomía financiera.  En este caso, también nos elevaría el ratio de calidad de la deuda y sin embargo no es síntoma de alarma.
 
De ahí lo importante de acompañar siempre un informe con los datos obtenidos que ponga de manifiesto estas consideraciones a los receptores de la información, que en ocasiones no tienen suficiente formación económico financiera, pero que deben tomar decisiones, como ocurre con los socios y administradores.

Como consecuencia, la "moraleja" sería que los ratios son relevantes con la interpretación adecuada y nunca de forma aislada

Clara I. Vega