jueves, 20 de mayo de 2010

Desvirtualizar a la familia


La irrupción de nuevas tecnologías y formas de comunicarnos, ¿concilian la vida familiar y laboral o consiguen que estemos conectados 24 horas al día al trabajo?

La orientación al trabajo, al cliente, a estar conectados…. empieza a no tener límites y es que las nuevas tecnologías nos permiten que la dedicación sea total, sin horarios, sin fines de semanas

Los horarios se hacen intensivos en la jornada, no quedando tiempo libre para la familia, para el ocio, se twittea haciendo la comida, preparando el café, bañando a los niños, incluso y por supuesto en los semáforos. ¿Es una forma de relacionarse, de estar informados, de vender, de publicitarse, de compartir, de curiosear en las actividades de los demás?

Hasta hace poco se hablaba de las fórmulas magistrales que permitieran una alta productividad en trabajos desarrollados fuera de la oficina, es decir, en casa. Una de las recomendaciones repetidas hasta la saciedad era la disciplina, un horario y un espacio sin interrupciones, sin ladrones del tiempo. ¿No deberíamos aplicarnos estas mismas recetas en favor de la vida familiar? Tener un espacio de tiempo dedicado en exclusiva a los hijos, a la familia.

Nadie entendería si en el despacho, a lo largo de la jornada, o a mitad de la reunión con el resto del equipo, irrumpiese a cualquier hora y en cualquier momento el hijo pequeño para contarnos la pelea en la guardería, o enseñarnos la foto de la visita a la granja escuela. Sin embargo, esto es lo que sucede cada vez con mayor intensidad en los periodos “no lectivos”

Vivimos en el mundo de la inmediatez, de la rapidez y de la sobre información (entendiendo por sobre información la dependencia absoluta a recibir y tener acceso tanto a la información útil como a la accesoria).  El mundo virtual es tan paralelo al real, que a veces cuesta distinguir uno y otro. No sorprende comprobar que el término “realidad” ha dejado de existir, ya es pasado, ahora hablamos de desvirtualizar, es decir, se considera como habitual que las relaciones sean virtuales, mientras que la presencia física ya es innecesaria para la mayoría. Lo que hasta hace poco, era conocerse personalmente, ahora es sencillamente desvirtualizarse.



Clara Vega Caballero
http://www.temporaconsultores.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario