lunes, 30 de septiembre de 2013

Entendiendo las amortizaciones


El término Amortizar proviene de la raíz latina “mortis” y si bien existen diferentes versiones, asociado al lenguaje económico financiero, sería “llevar a la muerte un saldo”. De hecho se emplea referido a dos ámbitos prácticamente opuestos: la amortización de un activo y la amortización de un pasivo

La amortización de un pasivo, consiste en la devolución gradual de una deuda. Por ejemplo un préstamo es un pasivo que recibimos del banco con la obligación de devolver cantidades periódicas del principal más los correspondientes intereses, pues bien, cada una de las devoluciones del principal que pagamos en cada recibo sería la amortización de ese pasivo. Será la propia entidad financiera la que nos entregue el llamado “cuadro de amortización” mediante el que conoceremos las cantidades por uno y otro concepto que tenemos que reembolsar 
 
 La amortización de un activo, es la pérdida de valor gradual que van sufriendo nuestros activos no corrientes, llamados también inversiones (aquellos bienes materiales o inmateriales cuya permanencia en la empresa será mayor a un año y que nos proporcionaran unos beneficios a lo largo de ese tiempo llamado “vida útil”). Dicho de otro modo, podemos decir que el coste del inmovilizado no lo imputaremos en el año de su adquisición, sino que lo iremos imputando proporcionalmente a lo largo de su vida útil.
 
 
Debemos observar las consecuencias desde dos ámbitos: contable-económico y  financiero:
 
 1) Contablemente el asiento de amortización de inmovilizado, sería

       (68x) Dotación para amortización   
                                                                 a   
                                                                    (28x) Amortización acumulada Inmovilizado

Es decir, se crea una cuenta de gasto llamada “dotación para amortización” que llevará a la cuenta de explotación la pérdida que sufrimos en cada ejercicio como consecuencia de ese deterioro, además y como contrapartida se genera otra cuenta, con signo negativo, que veremos en el activo “amortización acumulada”,  que recogerá esta misma pérdida de valor, acumulado año tras año, , restándolo del valor inicial de dicho activo. De esa manera daremos una imagen fiel y real de la valoración de nuestra empresa.
 
 2) Financieramente, nos proporciona autofinanciación, esto ocurre porque NO tenemos que realizar ningún pago por esta pérdida de valor, es decir, que se genera un fondo de dinero que nos permitiría hacer frente a una posterior sustitución de estos elementos. Este fondo monetario viene a compensar la descapitalización o empobrecimiento gradual por la pérdida de valor de los activos inmovilizados.

Para calcular la amortización de nuestros activos, debemos conocer:
a)     Valor inicial, es decir el valor de la adquisición más todos los gastos necesarios para conseguir la puesta en marcha del activo. Por ejemplo si compramos una máquina valorada en 10.000 euros y el transporte suponen 100 euros mas, el importe que figurará en nuestra contabilidad será de 10.100 euros

b)     Años de vida útil es la duración en años que estimamos va a tener cada elemento proporcionándonos beneficio, esta estimación tiene unos límites regulados por "tablas de amortización oficiales"

c)      Valor residual, aquí debemos considerar el valor estimado que va a tener el elemento de inmovilizado, una vez transcurran los años de vida útil. Algunos activos no pierden todo su valor, y se podrían vender por un precio residual.

Una vez obtenidos estos datos, existen varios métodos de amortización deducibles:

1.      Amortización constante, lineal o de cuota fija. Es el método más aplicado, y consiste en asignar a cada periodo la misma cuota de amortización, resultante de dividir el valor inicial – valor residual, entre la vida útil.

2.      Amortización con porcentaje constante sobre el valor pendiente de amortizar. El porcentaje constante se determinará ponderando el coeficiente de amortización lineal obtenido a partir del período de amortización según tablas de amortización oficialmente aprobadas, por los siguientes coeficientes:
  • 1,5, si el elemento tiene un período de amortización inferior a cinco años.
  • 2,0, si el elemento tiene un período de amortización entre 5 y 8 años
  • 2,5, si el elemento tiene un período de amortización igual o superior a ocho años.
El porcentaje constante no podrá ser inferior al 11 por ciento (Los edificios, mobiliario y enseres no podrán acogerse a este sistema)

3.     Amortización mediante suma de números dígitos (Los edificios, mobiliario y enseres no podrán acogerse a este sistema)

4.      Amortización que se ajuste a un plan formulado por el sujeto pasivo y aceptado por la Administración tributaria, es un tipo de amortización libre, que está sujeto a Reglamentación y sectores.

5.      También se considerará depreciación efectiva cuando el  sujeto pasivo justifique su importe


 Clara I. Vega
www.temporaconsultores.com