Similares, pero no iguales...
Coste: El coste es el esfuerzo económico (el pago de salarios, la compra de materiales, la fabricación de un producto, etc.) que se debe realizar para lograr un objetivo operativo.
Gasto: Tiene un significado menos amplio que la palabra coste, pues se debe utilizar sólo cuando no haya un consumo de recursos o activos tangibles que previamente se han adquirido. Por ejemplo, los intereses financieros y los honorarios de un abogado son costes que, concretamente, se pueden calificar como gastos. Sin embargo, la madera utilizada para la fabricación de un mueble, representa un coste, pero no se debe calificar como gasto.
Compras: Aunque esta palabra se utilice frecuentemente en otros ámbitos, si nos ceñimos al económico – empresarial y de forma similar a la palabra gasto, tiene un significado menos amplio que coste, pero esta vez está referida al aprovisionamiento de mercancías, materias primas o insumos almacenables para su consumo o servicio casi inmediato. Un ejemplo sería la compra de calzado a un distribuidor para su posterior venta al por menor.
Pérdidas: Si anteriormente decíamos que un coste representa un sacrificio económico para lograr un objetivo empresarial, cuando este objetivo no se cumple, decimos que tenemos una pérdida. Por ejemplo, si tras haber hecho el esfuerzo de comprar una mercancía y venderla posteriormente se produce un impago definitivo (no conseguimos nuestro objetivo), podemos decir que hemos tenido una pérdida a cambio de considerar extinguida la deuda del cliente . También es utilizada la palabra “pérdida” de forma más general cuando el resultado de una empresa es negativo después de restar a los ingresos todos los costes. Es decir, después de ver fracasado el intento de que los ingresos sean suficientes como para cubrir los costes totales.
Pago: Representa el desembolso financiero que hay que hacer para satisfacer a quienes nos proporcionan los costes (ya sean compras o gastos). Es decir, es la salida de dinero de nuestra tesorería.
Inversión: Es la adquisición de bienes (materiales o inmateriales) mediante un desembolso financiero, cuya permanencia en la empresa será mayor a un año (a diferencia de las compras y gastos) a cambio de unas expectativas de obtener unos beneficios a lo largo de un tiempo llamado “vida útil”. Las inversiones, inicialmente no suponen un coste, ni un gasto, ni una compra. Tan solo representa un coste o gasto la pérdida de valor que sufre por el desgaste o la obsolescencia por el simple paso del tiempo.
Amortización o depreciación:
· Cuando estas palabras están asociadas a una inversión, el significado está referido a la perdida gradual de valor que se produce en el bien adquirido a lo largo de su vida útil, ya sea por desgaste u obsolescencia.
· Si estos términos están asociados en el contexto de una deuda, se refieren a la progresiva reducción de la deuda a través de pagos periódicos sobre el capital prestado.
Pasivo: Es la obligación de pago o deuda contraída por una empresa con sus acreedores, proveedores o entidades públicas. Los pasivos pueden generarse debido a compras, gastos, inversiones u otras transacciones. Por ejemplo, son pasivos las obligaciones de pago contraídas con proveedores por la compra de materias primas o con los trabajadores por la realización de su trabajo. También es un pasivo la obligación que tenemos de ingresar a favor de la Agencia Tributaria el I.R.P.F. retenido previamente a un arrendador, por ejemplo.
En contraposición, pero de forma análoga, llamamos activos a las obligaciones de cobro que tiene una empresa sobre sus clientes y otros deudores.
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